sábado, 3 de septiembre de 2016

Anna Romer - Una casa en Thornwood

Una misteriosa herencia...
Audrey hereda de su exmarido, que ha muerto de forma súbita e inesperada, una finca abandonada en Queensland. Decide no venderla y aprovechar la oportunidad para escapar de la ciudad y de una vida sin mucho aliciente. 

Un terrible secreto...
En una habitación descubre la fotografía de un guapo médico de la Segunda Guerra Mundial, Samuel Riordan, el antiguo dueño de la casa. Pronto se obsesiona con él y empieza a indagar sobre su vida hasta descubrir que fue acusado de asesinar a su esposa a la vuelta de la guerra en 1946. Cuando le cuentan sobre otras muertes inexplicables en época reciente, una de ellas la de una adolescente cuyas heridas recordaban a la primera víctima, empieza a sospechar que el asesino sigue vivo. 

Un nuevo amor...
La investigación de Audrey provocará en el asesino la necesidad de matar de nuevo. Justo cuando ella estaba empezando a encajar en la comunidad. Justo cuando su hija y su suegra estaban entablando una bonita relación. Justo cuando ella había encontrado un hombre que le hace pensar que es el momento de amar de nuevo.


OPINIÓN PERSONAL:

INQUIETANTEMENTE ATRAYENTE, una trama que te mantiene en alerta aunque te hagas un simple esquema de por dónde puede ir la historia, con giros inesperados que, la verdad, no esperas. Sorpresas con algunos personajes, con lo que te quedas ojiplática. Pero en serio, es una novela que merece la pena si te gustan los enredos familiares, los secretos, las mentiras, los odios, los rencores y un pasado que le es desconocido por completo a la protagonista.
Pero empecemos por el principio. Con la ayuda de la sinopsis os haré una guía de la lectura.

HERENCIA MISTERIOSA junto con muerte en las mismas condiciones. Tony, el exmarido, es el fallecido. Esa finca es Thornwood. Por lógica, ese paraíso, porque es un completo paraíso, debería ser heredado: bien por la viuda, o bien por la hija que Audrey tiene en común con Tony, Bronwyn. Pero no, él se la deja a ella, algo con lo que no contaba. Además, es una de las primeras preguntas qué te haces: "¿por qué?" A medida que vas pasando páginas y Audrey se va abriendo al lector te haces una composición de lugar y, por otro lado, te das cuenta que es un muy buen padre y hombre porque le acaba dando a Audrey aquello que más quiere, también a su hija, y él no pudo proporcionarle, por inseguridades, por miedos que proceden de un pasado muy oscuro y turbulento. Un pasado que, tras veinte años, es decir Tony murió a los 34 años (si hice bien los cálculos), lo encontró.
Audrey al principio es reticente con la finca, pero al final decide romper su vida en la ciudad e irse al pequeño pueblo de Magpie Creek. Allí comienzan una nueva vida y conocerán a buenas personas, como Corey y Danny Weingarten, Hobe y Gurney Miller, Ross, el profesor de Bronwyn. Y aquí también nos encontramos con la abuela de la niña, Luella. Todos y cada uno de ellos, relacionados con el pasado de Tony. Un pasado que lo ha perturbado a lo largo de su vida adulta; un pasado que, sin él saberlo, le escondía un gran secreto que tal vez le ayudara a calmar sus miedos porque, Tony, temió siempre ese pasado del que un día huyó, poniendo distancia de por medio, rompiendo toda relación con el pueblo que lo vio nacer y que ocultó con celo a todo el mundo.

También la casa esconde un TERRIBLE SECRETO, el mismo que señala la sinopsis. Samuel Riordan, originario de Irlanda, abuelo de Tony. Este es el germen de todo el libro. Él y la mujer a la que siempre amó y que le dio una hija, Luella. Fue el primer desastre familiar de muchos que, para mí (siempre para mí), fue el desencadenante de los posteriores. Amores verdaderos frustrados, los bauticé y, aquí, podemos enlazar con la última parte de la sinopsis. Y no sólo hay una pareja, sino muchas, todas rotas, salvo una. Veamos: 

Samuel y Aylish: la primera pareja y desencadena que Audrey investigue. Jóvenes, él va a la guerra y ella lo espera. Esta historia de amor y, sobre todo la figura de Samuel, nos acerca a cómo Australia vivió la II Guerra Mundial. Tenemos unas cuantas líneas que nos acercan a esta parte de la historia, muy interesante. Primera pareja, amor truncado, promesas rotas.

Luella y Cleve Jarman: otra historia SUPUESTAMENTE truncada, muy dolorosa y que no es lo qué parece hasta que no conoces los entresijos de la misma. Aquí tiene mucho que ver el personaje de Hobe Miller. Con ellos nos acercamos a una historia muy triste que marca para mal a Tony y que, sin él saberlo, le guardaba un secreto que podría haber cambiado el rumbo de la historia.

Glenda y Ross: ahora os preguntaréis: ¿quién es Glenda? Otro personaje que conoceréis siempre y cuando leáis el libro. Ella era una adolescente cuando se enamoró de Ross, un hombre que era más de diez años mayor que ella. Algo que no parecía importarles, aunque él nunca se propasó con ella. Eran dos almas que conectaban, tenían los mismo intereses, los mismos hobbies, disfrutaban una en la compañía del otro. Eran, lo que suele decirse: tal para cuál. Hechos el uno para el otro, movidos por el mismo motor compartido, por la misma fascinación, pero la historia se repite: amor truncado.

Audrey y Tony: se conocieron de jóvenes y tuvieron a su hija. Una relación de ocho años; dos vidas, aunque distintas muy parecidas porque comparten, en algunos aspectos, los mismos vacíos emocionales, quizá lo que lleva a que fracasen como pareja. Él esconde, ella exige, pero el lazo nunca se rompió, porque creo, esta es mi opinión, Tony jamás olvidó a Audrey, y no lo digo por esa unión indisoluble que comparten: su hija; sino que Audrey marcó a Tony y él la compensó a ella con aquello que el propio Tony no le pudo dar, pero que era consciente que Audrey quiso siempre. Me ha quedado un poco galimatías, lo sé, si queréis entenderme, leed el libro.

Audrey y Danny: él era el mejor amigo de Tony durante su infancia. De pequeños siempre estaban juntos. Algo que desconocía Audrey. Para mí estos dos sufren un flechazo. Él es encantador, evocador y muy especial. Desde el principio le coges cariño. La forma en que se conocen, por como la relata ella, es un poquito siniestra hasta que sabes la razones. Sólo os diré que nos dejan un final único.

En la portada del libro podéis leer la siguiente frase: Una fascinante y evocadora historia de obsesión, amor y coraje.

Los amores ya os los conté; la obsesión, claramente está la de Audrey, porque ella misma se vuelca tanto en el pasado de su exmarido que la atrapa (mejor dicho: se deja atrapar) como si fuese una telaraña perdiendo, casi, la realidad de vista. Pero hay otra que es muchísimo más enfermiza que la de Audrey, porque ella sólo quiere saber la verdad, por muy cruda que sea. En cuanto al coraje, creo, una vez leído el libro, que se refiere al coraje de una madre.

Una pega, por decir algo que no me gusto mucho, la cantidad de descripciones que hay. Y no exagero, os lo aseguro. Unido todo ello a una cantidad de nombre de pájaros y de plantas que, casi, casi, llenan muchos párrafos del libro y, a veces, me pareció que rompen un poco el hilo y resultan un poquito pesados.
Por el resto fenomenal, porque la autora mantiene muy bien el suspense durante toda la historia. Además, los secretos se van desvelando poco a poco y, como dije antes, con giros, al menos uno, muy sorprendente.

NOTA: 8´5 /10

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